Abbi Glines ha subido la primera vez de Blaire y Rush desde el punto de vista de Rush porque Rush ha ganado la ronda en el YA Crush Tournament (donde podéis votar por vuestros personajes favoritos *.*), y bueno, lo he traducido al igual que el otro POV. Espero que lo disfrutéis ;)
"Esta habitación es la razón por la que hice que mi madre comprase esta casa. Incluso con diez años sabía que esta habitación era especial," le dije a Blaire mientras envolvía mis brazos alrededor de su cintura. No pensaba contarle nada personal. En especial sobre mi madre. Necesitaba ser cuidadoso.
"Es increíble," respondió en un suspiro. Amaba el sonido de su voz. Ella estaba tan atrapada por la vista como siempre lo había estado yo. Nunca compartí esto con otros porque sabía que no lo sentirían. Pero Blaire lo hacía.
"Llamé a mi padre ese día y le dije que había encontrado la casa en la que quería vivir. Mi padre le dio a mi madre el dinero y ella lo compró. Ella amaba la localización de la casa, así que pasábamos nuestros veranos aquí. Ella tiene una casa propia en Atlanta, pero prefiere esta."
El deseo de ella de saber más de mí era tan fuerte como peligroso. Tenerla aquí estaba mal. No podía mantenerla distanciada mucho más. Lo había intentado. No estaba funcionando.
"No me gustaría irme nunca," respondió.
No podía seguir hablando así con ella. Cuanto más le dejaba más cavaba mi tumba. Esto solo podía ser físico. Incluso si ella me volvía un poco loco solo con una sonrisa, no podía confiar en mí mismo. Llevarla a mis otros lugares y enseñarle porque los quería era tan tentador. Incliné mi cabeza y besé la suave piel de su oreja.
"Ah, pero no has visto mi cabina en Vale o mi piso en Manhattan," le susurré causando que tiritara.
Esto era lo que tenía que ser. Un deseo que ambos sentíamos y por el que estábamos actuando. Le dí la vuelta hasta que estaba enfrentando mi cama. "Y esa es mi cama," le conté mientras la llevaba ahí, guiando sus caderas. Su cuerpo se tensó bajo el mío. No me gustó. No quería que estuviese asustada de mí. Ansiaba esa sonrisa confiada fácil. Esta noche tenía que ser mutuo.
"Balire, incluso si lo único que hacemos es besarnos o estar aquí acostados hablando, estoy bien con eso. Solo te quería aquí. Cerca de mí." y follando dura y locamente.
Blaire se dio la vuelta y me miró. "No quieres decir eso. Te he visto en acción, Rush Finlay. Tú no traes chicas a tu habitación solo para hablar." La despreocupación de su voz no encontró la mirada en sus ojos. Me di cuenta de que la molestaba.
"No traigo chicas aquí arriba, Blaire."
La pequeña mueca confusa que tiró de sus labios era tentadora. Quería besarla.
"La primera noche que vine aquí me dijiste que tu cama estaba llena," dijo lentamente como si no supiese si debía mencionar esa noche. Había sido muy duro con ella esa noche. Si solo ella entendiese por qué.
"Sí, porque estaba durmiendo en ella. No traigo chicas a mi habitación. No quiero sexo sin significado contaminando mi espacio. Amo esto."
"La siguiente mañana una chica seguía aquí. La dejaste en la cama y ella vino buscándote en bragas."
Ella no lo había olvidado. No pude evitar sonreír. "La primera habitación de la derecha era la habitación de Grant hasta que nuestros padres se divorciaron. Lo uso como mi habitación de solteros ahora. Es ahí adonde llevo a las chicas. No aquí. Nunca aquí. Tu eres mi primera. Bueno, Henrietta viene aquí una vez a la semana, pero te prometo que no hay nada entre nosotros."
La tensión pareció salir de su cuerpo mientras trazaba pequeños círculos en ella con mis dedos. Amaba la sensación sedosa de su piel. No había mucho que yo no haría para que ella me dejara tocar otras partes para saber si eran tan suaves.
"Bésame, por favor," dijo Blaire en una suave suplica mientras presionaba sus labios contra los míos. Esa era la bienvenida que necesitaba.
Empujar la espalda hasta que ella se desplomó sobre la cama cubrí su cuerpo con el mío. Su boca era tan dulce y caliente. No pude conseguir suficiente de la distinta sabor que era Blaire. Me pasé las manos por su cuerpo hasta que encontré las rodillas y luego sacaron ellos abierto para que pudiera establecerse entre ellos. Este era el lugar donde tenía que estar. Metido fuertemente contra su calor.
La empujé hacia atrás hasta que ella se desplomó en la cama y cubrí su cuerpo con el mío. Su boca era tan suave y caliente. No podía tener suficiente del distintivo sabor de Blaire. Pasé mis manos por su cuerpo hasta que encontré sus rodillas, luego las abrí para poder establecerme entre ellas. Ahí era donde necesitaba estar. Metido fuertemente contra su calor.
Las manos de Blaire se convirtieron en frenéticas mientras tiraban de mi camiseta con sus puños y tiros. Sabía lo que quería y estaba más que feliz de dárselo. Sentándome, me quité mi camiseta y la tiré a un lado. Sus manos estaban sobre mí instantáneamente. En mis brazos, funcionando por mi pecho y luego frotando sus dedos por mis pectorales causando que me mareara. No podía respirar lo suficientemente hondo como para calmarme a mí mismo. La quería desnuda y quería estar dentro de ella. Ahora.
Mis manos estaban sacudiéndose con necesidad mientras le desabotonaba la camiseta. Lo iba a rasgar. Blaire empezó a ayudarme. Si no hubiese estado tan condenadamente duro me habría sentido avergonzado de que hubiese notado mi urgencia.
Una vez que la abrí, la empujé hacia atrás y bajé el sujetador hasta que el par de tetas más bonitas que había visto se liberó. Sus pezones me recordaron a pequeños caramelos rojos. Quería probar cada uno de ellos y pasar el tiempo disfrutando de la sensación de ellos en mi boca. Pero no pensaba que fuera capaz de calmarme lo suficiente como para ir a un ritmo más lento.
Tiré con fuerza de un pezón queriendo memorizar lo dulce que sabía, cuando ella se resistió contra mí y gritó.
Dejé su pezón salir libre con un plop de mi boca y me moví por su cuerpo, así podría conseguir su falda fuera. Yo no estaba seguro de que ella no iba a poner fin a esto. Si lo hacia necesitaría una ducha fría y dudaba de que eso incluso fuera a ayudar. Manteniendo mis ojos fijos en ella, bajé su falda y sus bragas. Mirando por cualquier señal de miedo o incertidumbre. Parar sería jodidamente imposible, pero encontraría una forma.
Dejé que el pezón pop libre de mi boca y me moví por su cuerpo por lo que podría conseguir su falda fuera. Yo no estaba seguro de que no iba a poner fin a esto. Si lo hacía yo necesito una ducha helada y dudaba que incluso ayudar. Mantener los ojos fijos en ella bajé la falda y las bragas. Mirando para cualquier señal de miedo o incertidumbre. Detener sería jodidamente imposible, pero me gustaría encontrar una manera.
Ella levantó sus caderas para permitirme sacarlas con más facilidad. Eso era prometedor. Me senté de nuevo y torcí mi dedo para que se sentara. Quería esa camisa completamente fuera de su cuerpo y quería que el sujetador se fuera. Ella no me cuestionó. Ella vino fácilmente. Tomé la camisa y el sujetador y los tiré a un lado. Tragué saliva y me sentí como un adolescente otra vez a punto de tener relaciones sexuales por primera vez.
"Tú desnuda en mi cama en más increíblemente hermoso de lo que pensé que sería... y créeme que he pensado sobre ello. Muchísimo."
Me moví por encima de ella y probé mi palpitante polla contra su calor. Eso estaba tan bien.
"¡Sí! ¡Por favor!" ella lloró rascándose en mí. Tan increiblemente caliente. Tomé una respiración profunda y traté de recordarme a mí mismo que tenía que ir despacio.
Si iba a sepultarme a mí mismo profundamente en ella esta noche, ella necesitaba estar preparada. No había nada que podía hacer sobre el dolor, pero iba a hacerla sentir realmente bien primero. Me moví abajo por su cuerpo besando el interior de sus desnudos muslos, luego levanté mis ojos y miré dentro de sus sorprendidos ojos mientras sacaba mi lengua fuera y la corría por su hinchado clítoris.
"¡RUSH!" gritó mientras sus manos agarraban salvajemente las sabanas. Mi corazón se estrelló duramente contra mi pecho al sonido de ella diciendo mi nombre en un gemido de necesidad.
"Dios, eres dulce," le dije antes de tomar otra probada. No le estaba mintiendo. Ella realmente era la mejor cosa que había probado. La inocencia era nueva para mí. Era jodidamente intoxicante.
"Rush, por favor," susurró.
Eso iba a ser algo que iba a esconder en mi memoria para otro día. Oírla suplicarme.
"Por favor, ¿qué?, nena. Dime que quieres."
Ella sacudió su cabeza y la silenciosa súplica desesperada en sus ojos casi consiguió que lo dejase ir, pero quería oírla decirlo.
"Quiero oírte decirlo, Blaire," le dije queriendo probarla otra vez.
"Por favor, lámeme otra vez," ella mendigó. Fue un milagro que no me viniese en mis pantalones.
"Mierda," gemí antes de correr mi lengua dentro de su pequeño y necesitado coño, al que me estaba volviendo adicto. Quería que se viniese. Quería oírlo. Chupé gentilmente su clítoris y ella se puso rígida y luego se resistió contra mi boca antes de llorar mi nombre una y otra vez.
Mi paciencia estaba acabada. Me quité mis pantalones y me puse un condón antes de que ella tuviera tiempo de bajar completamente de su subida. Cuando sus ojos se abrieron yo estaba moviendo encima de ella.
"El condón está puesto; necesito estar dentro," le susurre en la oreja mientras empujaba sus piernas abiertas y me presionaba contra su entrada.
"Mierdasanta, estás tan mojada. Va a ser difícil no deslizarme en ella. Voy a intentar ir lento. Lo prometo." Tuve que usar cada gramo de fuerza de voluntad de mi cuerpo para mantenerme de empujar dentro de ella en una dura embestida. Ella no lo estaba haciendo en cambio. Sus piernas se abrieron aun más y levantó sus caderas para que me deslizara más adentro.
"No te muevas. Por favor nena, no te muevas," le suplique mientras mi resistencia se rompía y me presioné hasta que sentí la barrera parándome. "Eso es. Voy a hacerlo rápido pero me pararé una vez que este dentro para dejarte acostumbrarte a mí."
Sentí todo mi cuerpo temblar mientras me preparaba para herirla voluntariamente y enviarme al cielo al mismo tiempo. Cerré los ojos y dí una dura estocada y Blaire gritó aferrándose a mí. Me congelé. Quería bombear en ella como un hombre poseído pero ella estaba herida y me importaba. Que le jodan, me importaba.
"Bien. Estoy bien," me aseguró.
Forcé a mis ojos a abrirse y miré abajo hacía ella. "¿Estás segura? Porque nena, quiero moverme tan malditamente mal."
Ella asintió y no volví a preguntar. Necesitaba moverme. Me retiré y luego me sumergí de nuevo hacia delante esperando que Blaire gritara o me rogase que parara.
"¿Te duele?" le pregunté aguantando muy quieto.
"No. Me gusta," me dijo moviéndose debajo de mí.
En el siguiente impulso ella gimió y abrió más las piernas.
"¿Te gusta eso?" le pregunté incapaz de apartar mis ojos de ella. Ella era hermosa. Ella también me iba a arruinar. Completamente.
"Sí. Se siente tan bien."
Me dejé ir. Trabaje mi liberación. Ella se sentía tan bien. Tan apretada. Tan caliente. No podía conseguir suficiente.
"Sí. Dios, eres increíble. Tan apretada. Blaire, eres tan jodidamente apretada," mis pensamientos salieron por mi boca, mi liberación se acercaba.
Ella levanto sus rodilla y las presionó en mis caderas haciendo mi penetración aun más profunda. Me iba a venir.
"¿Estás cerca, nena?" Dios, por favor, deja que ella estuviese apunto de venirse.
"Creo," me dijo en voz baja y yo sabía que estaba apunto de acabar. Me agaché y froté mi pulgar sobre su clítoris. Necesitaba que ella se jodidamente viniera.
"¡AH! Sí, ahí mismo," gritó mientras se aferraba a mis brazos. Mi visión se puso borrosa y mi cuerpo explotó. Un rugido salió de mi pecho y supe en ese momento que quería eso otra vez. Y otra vez.
El deseo de ella de saber más de mí era tan fuerte como peligroso. Tenerla aquí estaba mal. No podía mantenerla distanciada mucho más. Lo había intentado. No estaba funcionando.
"No me gustaría irme nunca," respondió.
No podía seguir hablando así con ella. Cuanto más le dejaba más cavaba mi tumba. Esto solo podía ser físico. Incluso si ella me volvía un poco loco solo con una sonrisa, no podía confiar en mí mismo. Llevarla a mis otros lugares y enseñarle porque los quería era tan tentador. Incliné mi cabeza y besé la suave piel de su oreja.
"Ah, pero no has visto mi cabina en Vale o mi piso en Manhattan," le susurré causando que tiritara.
Esto era lo que tenía que ser. Un deseo que ambos sentíamos y por el que estábamos actuando. Le dí la vuelta hasta que estaba enfrentando mi cama. "Y esa es mi cama," le conté mientras la llevaba ahí, guiando sus caderas. Su cuerpo se tensó bajo el mío. No me gustó. No quería que estuviese asustada de mí. Ansiaba esa sonrisa confiada fácil. Esta noche tenía que ser mutuo.
"Balire, incluso si lo único que hacemos es besarnos o estar aquí acostados hablando, estoy bien con eso. Solo te quería aquí. Cerca de mí." y follando dura y locamente.
Blaire se dio la vuelta y me miró. "No quieres decir eso. Te he visto en acción, Rush Finlay. Tú no traes chicas a tu habitación solo para hablar." La despreocupación de su voz no encontró la mirada en sus ojos. Me di cuenta de que la molestaba.
"No traigo chicas aquí arriba, Blaire."
La pequeña mueca confusa que tiró de sus labios era tentadora. Quería besarla.
"La primera noche que vine aquí me dijiste que tu cama estaba llena," dijo lentamente como si no supiese si debía mencionar esa noche. Había sido muy duro con ella esa noche. Si solo ella entendiese por qué.
"Sí, porque estaba durmiendo en ella. No traigo chicas a mi habitación. No quiero sexo sin significado contaminando mi espacio. Amo esto."
"La siguiente mañana una chica seguía aquí. La dejaste en la cama y ella vino buscándote en bragas."
Ella no lo había olvidado. No pude evitar sonreír. "La primera habitación de la derecha era la habitación de Grant hasta que nuestros padres se divorciaron. Lo uso como mi habitación de solteros ahora. Es ahí adonde llevo a las chicas. No aquí. Nunca aquí. Tu eres mi primera. Bueno, Henrietta viene aquí una vez a la semana, pero te prometo que no hay nada entre nosotros."
La tensión pareció salir de su cuerpo mientras trazaba pequeños círculos en ella con mis dedos. Amaba la sensación sedosa de su piel. No había mucho que yo no haría para que ella me dejara tocar otras partes para saber si eran tan suaves.
"Bésame, por favor," dijo Blaire en una suave suplica mientras presionaba sus labios contra los míos. Esa era la bienvenida que necesitaba.
Empujar la espalda hasta que ella se desplomó sobre la cama cubrí su cuerpo con el mío. Su boca era tan dulce y caliente. No pude conseguir suficiente de la distinta sabor que era Blaire. Me pasé las manos por su cuerpo hasta que encontré las rodillas y luego sacaron ellos abierto para que pudiera establecerse entre ellos. Este era el lugar donde tenía que estar. Metido fuertemente contra su calor.
La empujé hacia atrás hasta que ella se desplomó en la cama y cubrí su cuerpo con el mío. Su boca era tan suave y caliente. No podía tener suficiente del distintivo sabor de Blaire. Pasé mis manos por su cuerpo hasta que encontré sus rodillas, luego las abrí para poder establecerme entre ellas. Ahí era donde necesitaba estar. Metido fuertemente contra su calor.
Las manos de Blaire se convirtieron en frenéticas mientras tiraban de mi camiseta con sus puños y tiros. Sabía lo que quería y estaba más que feliz de dárselo. Sentándome, me quité mi camiseta y la tiré a un lado. Sus manos estaban sobre mí instantáneamente. En mis brazos, funcionando por mi pecho y luego frotando sus dedos por mis pectorales causando que me mareara. No podía respirar lo suficientemente hondo como para calmarme a mí mismo. La quería desnuda y quería estar dentro de ella. Ahora.
Mis manos estaban sacudiéndose con necesidad mientras le desabotonaba la camiseta. Lo iba a rasgar. Blaire empezó a ayudarme. Si no hubiese estado tan condenadamente duro me habría sentido avergonzado de que hubiese notado mi urgencia.
Una vez que la abrí, la empujé hacia atrás y bajé el sujetador hasta que el par de tetas más bonitas que había visto se liberó. Sus pezones me recordaron a pequeños caramelos rojos. Quería probar cada uno de ellos y pasar el tiempo disfrutando de la sensación de ellos en mi boca. Pero no pensaba que fuera capaz de calmarme lo suficiente como para ir a un ritmo más lento.
Tiré con fuerza de un pezón queriendo memorizar lo dulce que sabía, cuando ella se resistió contra mí y gritó.
Dejé su pezón salir libre con un plop de mi boca y me moví por su cuerpo, así podría conseguir su falda fuera. Yo no estaba seguro de que ella no iba a poner fin a esto. Si lo hacia necesitaría una ducha fría y dudaba de que eso incluso fuera a ayudar. Manteniendo mis ojos fijos en ella, bajé su falda y sus bragas. Mirando por cualquier señal de miedo o incertidumbre. Parar sería jodidamente imposible, pero encontraría una forma.
Dejé que el pezón pop libre de mi boca y me moví por su cuerpo por lo que podría conseguir su falda fuera. Yo no estaba seguro de que no iba a poner fin a esto. Si lo hacía yo necesito una ducha helada y dudaba que incluso ayudar. Mantener los ojos fijos en ella bajé la falda y las bragas. Mirando para cualquier señal de miedo o incertidumbre. Detener sería jodidamente imposible, pero me gustaría encontrar una manera.
Ella levantó sus caderas para permitirme sacarlas con más facilidad. Eso era prometedor. Me senté de nuevo y torcí mi dedo para que se sentara. Quería esa camisa completamente fuera de su cuerpo y quería que el sujetador se fuera. Ella no me cuestionó. Ella vino fácilmente. Tomé la camisa y el sujetador y los tiré a un lado. Tragué saliva y me sentí como un adolescente otra vez a punto de tener relaciones sexuales por primera vez.
"Tú desnuda en mi cama en más increíblemente hermoso de lo que pensé que sería... y créeme que he pensado sobre ello. Muchísimo."
Me moví por encima de ella y probé mi palpitante polla contra su calor. Eso estaba tan bien.
"¡Sí! ¡Por favor!" ella lloró rascándose en mí. Tan increiblemente caliente. Tomé una respiración profunda y traté de recordarme a mí mismo que tenía que ir despacio.
Si iba a sepultarme a mí mismo profundamente en ella esta noche, ella necesitaba estar preparada. No había nada que podía hacer sobre el dolor, pero iba a hacerla sentir realmente bien primero. Me moví abajo por su cuerpo besando el interior de sus desnudos muslos, luego levanté mis ojos y miré dentro de sus sorprendidos ojos mientras sacaba mi lengua fuera y la corría por su hinchado clítoris.
"¡RUSH!" gritó mientras sus manos agarraban salvajemente las sabanas. Mi corazón se estrelló duramente contra mi pecho al sonido de ella diciendo mi nombre en un gemido de necesidad.
"Dios, eres dulce," le dije antes de tomar otra probada. No le estaba mintiendo. Ella realmente era la mejor cosa que había probado. La inocencia era nueva para mí. Era jodidamente intoxicante.
"Rush, por favor," susurró.
Eso iba a ser algo que iba a esconder en mi memoria para otro día. Oírla suplicarme.
"Por favor, ¿qué?, nena. Dime que quieres."
Ella sacudió su cabeza y la silenciosa súplica desesperada en sus ojos casi consiguió que lo dejase ir, pero quería oírla decirlo.
"Quiero oírte decirlo, Blaire," le dije queriendo probarla otra vez.
"Por favor, lámeme otra vez," ella mendigó. Fue un milagro que no me viniese en mis pantalones.
"Mierda," gemí antes de correr mi lengua dentro de su pequeño y necesitado coño, al que me estaba volviendo adicto. Quería que se viniese. Quería oírlo. Chupé gentilmente su clítoris y ella se puso rígida y luego se resistió contra mi boca antes de llorar mi nombre una y otra vez.
Mi paciencia estaba acabada. Me quité mis pantalones y me puse un condón antes de que ella tuviera tiempo de bajar completamente de su subida. Cuando sus ojos se abrieron yo estaba moviendo encima de ella.
"El condón está puesto; necesito estar dentro," le susurre en la oreja mientras empujaba sus piernas abiertas y me presionaba contra su entrada.
"Mierdasanta, estás tan mojada. Va a ser difícil no deslizarme en ella. Voy a intentar ir lento. Lo prometo." Tuve que usar cada gramo de fuerza de voluntad de mi cuerpo para mantenerme de empujar dentro de ella en una dura embestida. Ella no lo estaba haciendo en cambio. Sus piernas se abrieron aun más y levantó sus caderas para que me deslizara más adentro.
"No te muevas. Por favor nena, no te muevas," le suplique mientras mi resistencia se rompía y me presioné hasta que sentí la barrera parándome. "Eso es. Voy a hacerlo rápido pero me pararé una vez que este dentro para dejarte acostumbrarte a mí."
Sentí todo mi cuerpo temblar mientras me preparaba para herirla voluntariamente y enviarme al cielo al mismo tiempo. Cerré los ojos y dí una dura estocada y Blaire gritó aferrándose a mí. Me congelé. Quería bombear en ella como un hombre poseído pero ella estaba herida y me importaba. Que le jodan, me importaba.
"Bien. Estoy bien," me aseguró.
Forcé a mis ojos a abrirse y miré abajo hacía ella. "¿Estás segura? Porque nena, quiero moverme tan malditamente mal."
Ella asintió y no volví a preguntar. Necesitaba moverme. Me retiré y luego me sumergí de nuevo hacia delante esperando que Blaire gritara o me rogase que parara.
"¿Te duele?" le pregunté aguantando muy quieto.
"No. Me gusta," me dijo moviéndose debajo de mí.
En el siguiente impulso ella gimió y abrió más las piernas.
"¿Te gusta eso?" le pregunté incapaz de apartar mis ojos de ella. Ella era hermosa. Ella también me iba a arruinar. Completamente.
"Sí. Se siente tan bien."
Me dejé ir. Trabaje mi liberación. Ella se sentía tan bien. Tan apretada. Tan caliente. No podía conseguir suficiente.
"Sí. Dios, eres increíble. Tan apretada. Blaire, eres tan jodidamente apretada," mis pensamientos salieron por mi boca, mi liberación se acercaba.
Ella levanto sus rodilla y las presionó en mis caderas haciendo mi penetración aun más profunda. Me iba a venir.
"¿Estás cerca, nena?" Dios, por favor, deja que ella estuviese apunto de venirse.
"Creo," me dijo en voz baja y yo sabía que estaba apunto de acabar. Me agaché y froté mi pulgar sobre su clítoris. Necesitaba que ella se jodidamente viniera.
"¡AH! Sí, ahí mismo," gritó mientras se aferraba a mis brazos. Mi visión se puso borrosa y mi cuerpo explotó. Un rugido salió de mi pecho y supe en ese momento que quería eso otra vez. Y otra vez.
Me a encantado el punto de vista de Rush, aunque al principio no me gusto mucho ya que el decía que seria solo físico no emocional pero al final se dio a entender que no quería que esto fuera solo una noche caliente...
ResponderEliminarPD: muchas gracias por tomarte las molestias de subirlo de verdad te lo agradescdo
Hola, no sabes cuando traducen el libro gratuitamente?
ResponderEliminarMe encanto gracias
ResponderEliminarAdoro toda la saga Too Far, estoy enamorada de Rush <3
ResponderEliminarMuchas gracias por el post. :)