Frío (Wintergirls)

Lia se repite constantemente que no debe comer. En su vida sólo hay sitio para contar las calorías, para hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera demasiado. Siempre. Pero ahora su amiga Cassie, con quien llegó al terrible pacto de convertirse en la más delgada del instituto, ha muerto y la persigue en sus sueños, porque se la quiere llevar con ella, no quiere estar sola al otro lado. Lia tiene una oportunidad, puede coger la mano de aquellos que se la ofrecen: sus padres, su hermana pequeña, puede aceptar el consejo de los médicos, pero no será hasta que haya tocado fondo que pueda recobrar la ilusión por una vida que se le escapa de las manos.

Lia ha perdido a su mejor amiga, y poco a poco va sintiendo que se está perdiendo a sí misma. Ella ya ha estado más de una vez en el hospital debido a un severo trastorno alimenticio, pero esta vez siente que es diferente, ahora no solo pelea con sus demonios, si no que también debe pelear con el fantasma de Cassie, que le pide que se una a ella.

Lo que más me ha gustado del libro es poder estar dentro de la mente de alguien que sufre un trastorno alimenticio severo. Una cosa es leer o conocer a alguien que piensa que debe perder algunos kilos, y otra estar dentro de la cabeza de alguien que cuenta las calorías obsesivamente y es incapaz de comer una tostada sin sentirse mal.

Mucha gente que se ha leído el libro dicen que la prosa es magnifica. Pero mala suerte la mía, el pdf que leí estaba muy mal traducido, haciendo imposible sumergirme del todo en las palabras. Aun así, notaba que los pensamientos de Lia tenían un punto poético, casi mágico, que me ha gustado mucho. Ha sido diferente de los demás tipos de narrador que he leído.

Los demás personajes, únicos y peculiares, tienen un importante papel en la autodestrucción de Lia. Tenemos a Cassie, que viva y muerta no ayudaba precisamente a Lia; a su familia, desesperada por ayudarla, y sin saber cómo hacerlo; y a su hermanastra, un encanto de niña, que creo que es el más importante pilar de la vida de Lia.

El libro es duro. Está muy bien documentado, y te adentra de lleno en el oscuro mundo de la anorexia. Habrá decisiones que no entenderás, habrá cosas que te harán entender un poco por qué está enfermedad es tan dura, y serás testigo de cómo Lia cae en lo más hondo.

Pero aun así, merece la pena leerlo. No tiene romance, pero sí amor. No tiene muchos momentos alegres, pero sí abre los ojos. Y es un libro de esos que aunque te deje un sabor agridulce, merece la pena leer al menos una vez en la vida.

Enhebro, coso y entretejo mis palabras y visiones hasta que una vida empieza a tomar forma. No hay una cura mágica; un hechizo que lo aleje todo para siempre. Solo hay pequeños pasos; un día más fácil, una risa inesperada, un espejo al que ya no le das importancia.

4/5

¿Habéis leído algún libro que trate sobre estos trastornos? ¿Qué os parecieron?

Leire