La vida de Rose Hathaway nunca será la misma.
El reciente ataque a St Vladimir's devasto el mundo Moroi por completo.
Muchos están muertos.
Y, para las pocas victimas que se llevaron los Strigoi, sus destinos son aun peores.
Un tatuaje extraño adorna el cuello de Rose, una señal que dice que ella ha matado a demasiados Strigoi para contarse. Pero solo una víctima le preocupaba...Dimitri Belikov. Rose ahora debe escoger uno de dos caminos muy diferentes: honrar la promesa de proteger la vida de Lissa - su mejor amiga y la última superviviente de la casa Dragomir - o dejar la Academia para emprender el camino sola y perseguir al hombre que ama. Ella deberá ir a los confines de la tierra para encontrar a Dimitri y mantener la promesa que le hizo a él. Pero la pregunta es, Cuando llegue el momento, querrá el ser salvado? Ahora, con solo una estaca - y lejos del mundo de St Vladimir, podrá Rose encontrar la fuerza necesaria para destruir a Dimitri? O se sacrificara a ella misma ante la elección de un amor eterno?
Después del final del tercer libro, tenía que releer el cuarto. Hacía mucho que me había leído esta saga, y la quería volver a leer antes de empezar el spin-off, Bloodlines.
El libro empieza siguiendo el final del tercer libro. Dimitri es un strigoi. Rose lo quiere, y debido a la promesa que se hicieron, tiene que matarlo para librarlo de esa carga. Pero no va a ser una tarea fácil. Rose ha dejado a Lisa, y Dimitri ha vuelto a Rusia, y básicamente, Rose tiene que hacer todo esto sola.
La separación de estas dos mejores amigas las cambiara bastante. Rose se siente perdida, ya que está en un país desconocido; ha empezado a sentirse un poco rara sin razón aparente, y encima, no sabe si será capaz de matar al amor de su vida. Y Lisa, por el contrario, se encuentra por primera vez sin la ayuda de Rose, y tiene que apoyarse en nuevos amigos y su novio para hacerle frente a su extraño poder.
Lo que más me ha gustado es que en este libro tenemos nuevas localizaciones, y nuevos personajes. Me encanta la academia St. Vladimir, pero ya estaba algo cansada de que todo pasase allí. Para mi delicia, en este libro Rose se va de viaje a Rusia (¡Rusia!), el sitio donde nació Dimitri, y allí conocerá a la familia y conocidos de Dimitri. Me ha gustado mucho tener este vistazo de la vida de Dimitri antes de Rose, y en general esta parte de la trama me ha gustado mucho.
En este difícil viaje, Rose contará con la ayuda de Sydney y Abe, una alquimista y un mafioso. Los alquimistas son humanos que se encargan de controlar un poco este mundo sobrenatural, y me han parecido realmente interesantes. Sé que Sydney saldrá otra vez, y creo que el spin-off trata sobre ella, y me parece una buena decisión, porque esta chica tiene mucho potencial y mucho que contar. Y Abe es más de lo mismo. Igual de interesante que Sydney, y de estos personajes que no sabes si son buenos y malos. Ambos han sido un cambio refrescante.
Lo malo es que Christian sale poquito, pero Adrian neutraliza este hecho empezando a mostrar una cara más madura y preocupada, demostrando que es más de lo que parece. En general todos los personajes han cambiado para bien.
Aun así, el libro se me ha hecho un poco lento. El principio es algo pesado, y hay partes en los que te tienes que obligar a leer, pero creo que, en general, el ritmo que coge al final hace que merezca la pena el ritmo lento. Es tan lento porque hay una búsqueda en medio, tenemos recuerdos de Dimitri antes de convertirse en Strigoi, y dudas internas, así que al menos pasa algo XD
Resumiendo, este saga se pone cada vez mejor ;)
4/5
Leire
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