Los chicos del cuervo: El tercer durmiente

Blue Sargent ha encontrado muchas cosas. Por primera vez en su vida, tiene amigos en los que puede confiar, un grupo del que siente que forma parte. Los chicos del cuervo la han aceptado sin reservas; los problemas de ellos se han convertido en los problemas de Blue, y al contrario. Pero hay algo malo en encontrar cosas: el daño que hace perderlas, y lo fácil que es que se desvanezcan. Así que Blue y los chicos siguen buscando. 

Mientras la idea de Glendower se cierne sobre ellos, cada vez más posible y cercana, los chicos del cuervo se enfrentan a la existencia de tres durmientes. A uno deben despertarlo. A otro deben no despertarlo. El tercero no importa. Entre viejas amistades que se deforman hasta convertirse en otras cosas y nuevas amistades de final profetizado; entre madres desaparecidas, cuevas malditas, doncellas delirantes, héroes asesinos y villanos de opereta, Blue continúa su búsqueda. Lo que no sabe es qué busca, exactamente. Pero eso no importa: aunque ella se equivoque, hay algo que la espera al final. Algo inevitable. Algo que podría destrozarla... o hacerla feliz.

Por alguna extraña razón, a pesar de tener el libro en mi estantería desde hace meses, no me animaba a leerlo. Creo que en parte es porque se acerca el final que no quiere llegar y porque me daba algo de miedo que el libro me decepcionase. Por suerte, una de las razones no se ha cumplido.

La historia se basa en dos grandes incógnitas: ¿Dónde está Maura Sargent? ¿Y qué hay dentro de Cabeswater?

La primera es la gran pregunta del libro. Al principio hay un breve vistazo de Maura en el sitio en el que está, pero luego ya no sé sabe nada de ella. Más que en su búsqueda, el libro se centra más en lo que siente Blue en su ausencia. La pobre intenta encontrar a su madre, pero están pasando tantas cosas con Cabeswater que no tiene tiempo de preparar un plan de búsqueda. Es más, su relación con Gansey es cada vez más estrecha, por lo que Blue empieza a agobiarse al saber que Gansey va a morir sí o sí. Y el único apoyo que tiene (su madre), anda desaparecida.

Por otro lado, está el tema de Cabeswater y los durmientes. Por fin, los chicos se adentran en la cueva y empiezan a descubrir más sobre los durmientes. Al parecer, hay tres durmientes: A uno lo tienen que despertar, al otro NO lo tienen que despertar, y del tercero no se especifica nada. A mí, personalmente, este es el tema que más me interesa, porque tiene una dificultad añadida que los otros problemas no tienen: ¿A cuál no tienen que despertar? ¿Tal vez Glendower es el malo del libro? ¿Qué pasa con el tercero? ¿Los chicos del cuervo están haciendo esta búsqueda por casualidad o hay alguna razón especial? ¿Qué pasará si despiertan al durmiente que no es?

Pero no os relajéis, el libro tiene más problemas: Colin Greenmantle y su mujer Piper, las personas que contrataron al Señor Gris, se han mudado a Henrietta y buscan a Maura para vengarse de la insubordinación del señor Gris. Pero claro, este nuevo hombre es un peligro para Ronan, no solo para el señor Gris.

Y por fin sabemos más sobre Glendower y su "conexión" con los chicos. Yo estoy segura de que Gansey, Ronan, Adam y Blue son reencarnaciones o los mismos personajes que Glendower y su grupo. Vamos, estoy segurísima de que Gansey es el equivalente de Glendower. Pero puede que no, esta es mi teoría personal XD

Estoy segura de que ya lo sabéis, pero a mí esta saga me encanta. El tema de la magia y los durmientes es refrescante e interesante, pero creo que la trama consigue encantarme porque es Maggie Stiefvater la que lo escribe. Estoy segura de que si alguien más escribiese un libro así, no me llegaría a apasionar tanto. La verdad es que no sé como lo hace, pero la autora tiene una forma tan peculiar y poética de escribir que me encanta. A veces tenía que parar de leer porque me quedaba asombrada de las palabras que usaba para mostrar emociones. No sé si vosotros pensáis lo mismo, pero yo me he vuelto fan de la forma en la que escribe estos libros XD

Durante el libro, la narración va saltando de personaje en personaje y así, el lector va entendiendo mejor a los personajes y sus motivaciones. Tenemos a Blue, que sigue siendo igual de valiente y decidida, pero empieza a ponerse nerviosa por el tema de su madre y Gansey. Empieza a irritarse con más facilidad; pero, a la vez, también empieza a tranquilizarse, porque, por fin empieza a entender qué es en realidad.

Sí: Blue era perfectamente consciente de que existían amistades menos abrumadoras, cegadoras, ensordecedoras, enloquecedoras. Pero ahora que había conocido una amistad como aquella, las demás le sabían a poco.

Gansey sigue siendo el pegamento que tranquiliza a todos los demás y sigue igual de obsesionado por encontrar al rey cuervo; pero, a la vez, empieza a darse cuenta de que su búsqueda esta acabándose. Por lo que vemos una cara más agridulce: Quiere encontrar el rey, pero a la vez, tiene miedo de que el momento final no este al nivel de la búsqueda en sí.

Adam va aprendiendo lo que significa ser los ojos y las manos de Cabeswater y empieza a aceptar su destino. Con ayuda de Persephone, empieza a controlar la magia que ahora lo rodea. Y, poco a poco, va aceptándose a sí mismo y dejando atrás la sensación de ser inadecuado.

Ronan sigue siendo igual de borde, pero a la vez, hay pequeños vistazos de su lado más dulce. Adam y él tienen escenas muy significativas, que sirven para ver lo que ya sabíamos: Ronan tiene el corazón más grande de todos.

Y Noah, bueno, Noah empieza a hacer cosas muy raritas y a veces da mal rollito. No sé qué piensa hacer Maggie Stiefvater con Noah, pero espero que acabe con el sufrimiento que esta viviendo el pobre.

Así que, ¿qué queréis que os diga? ¿Leed el libro? ¿Es algo tan diferente y bonito que creo que os cambiara? ¿Tiene frases que transmiten muchísimo con pocas palabras? Todo eso ya está dicho, solo os queda dar el paso y adentraros en la magia de los chicos del cuervo.

4.75/5

Leire