Género: Juvenil Romántica (YA), Fantástico
Sidney Sage es una alquimista, una de un grupo de humanos que se meten en la magia y sirven para unir los mundos humanos y los vampiros.
En The Fiery Heart, Sidney arriesgó todo para seguir su instinto y caminar en una linea muy peligrosa para mantener sus sentimientos ocultos de los alquimistas.
Ahora vive en las consecuencias de un evento que arrancó su mundo aparte, Sydney y Adrián luchan para recoger los pedazos y encontrar su camino de regreso. Pero primero, tienen que sobrevivir.
Para Sydney atrapada y rodeada de adversarios, la vida se convierte en una lucha diaria par aferrarse a su identidad y a la memoria de aquellos que ama. Mientras tanto, Adrian se aferra a la esperanza a pesar de que le dicen que Sidney es una causa perdida, pero la batalla resulta desalentadora cuando viejos demonios y nuevas tentaciones comienzan a apoderarse de él....
Sus peores temores ya están en una realidad escalofriante, Sidney y Adrian se enfrentan a su peor momento en esta quinta entrega palpitante de la serie Bloodlines.
En The Fiery Heart, Sidney arriesgó todo para seguir su instinto y caminar en una linea muy peligrosa para mantener sus sentimientos ocultos de los alquimistas.
Ahora vive en las consecuencias de un evento que arrancó su mundo aparte, Sydney y Adrián luchan para recoger los pedazos y encontrar su camino de regreso. Pero primero, tienen que sobrevivir.
Para Sydney atrapada y rodeada de adversarios, la vida se convierte en una lucha diaria par aferrarse a su identidad y a la memoria de aquellos que ama. Mientras tanto, Adrian se aferra a la esperanza a pesar de que le dicen que Sidney es una causa perdida, pero la batalla resulta desalentadora cuando viejos demonios y nuevas tentaciones comienzan a apoderarse de él....
Sus peores temores ya están en una realidad escalofriante, Sidney y Adrian se enfrentan a su peor momento en esta quinta entrega palpitante de la serie Bloodlines.
Claramente últimamente no tengo suerte con las sagas, ya que está (también), me ha decepcionado.
Antes de empezar a dar mis razones, quiero decir que a mí la saga me estaba encantando. Me gustaba cuantas tramas diferentes tocaba, me gustaba la increíble transformación que estaba teniendo Sydney, me gustaba su relación con Adrian, estaba fascinada con el tema de la magia, con los Alquimistas,... Vamos, que no tenía ninguna queja seria.
Pero luego he leído este libro y se me ha caído el mundo a los pies.
Me voy explicando:
1) Estoy un poco hasta las narices de que Adrian siempre siempre siempre se repita tanto. El chaval se pasa cuatro libros (¡cuatro!) aprendiendo a controlar sus pensamientos negativos y aprendiendo a tirar adelante ante las adversidades, pero llega este libro, y ¡puf!, parece que no ha cambiado nada ya que es el mismo Adrian de Vampire Academy. Si resulta que nada ha cambiado, ¿para que hemos tenido que aguantar cuatro libros de proceso de mejora? Vale que es parte de su carácter, pero una cosa es que tenga problemas con el espíritu y otra que parezca que eso es su único rasgo
2) Otra vez con Adrian (y una pena, porque me estaba empezando a caer genial). Dices amar a Sydney con toda tu fuerza y tu corazón y bla bla bla, pero cuando desaparece, en vez de enfocarte a tope en buscarla en sueños, tu gran mente decide que es mejor emborracharse, salir de fiesta y perder el tiempo con una chica que claramente tiene sentimientos por ti, dejando así incapacitada la ÚNICA forma que tiene Sydney de comunicarse contigo. Bravo, chaval, bravo
3) De la mano de eso, había que ver a Sydney teniendo fe total en él, diciendo que vendría a buscarla y que le aparecería en sueños... Pobre chica, en serio, sufría por ella
4) Toda la trama del centro de re-educación, que prometía ser muy interesante, al final ha resultado ser una forma de alargar la trama sin aportar nada nuevo. Vale, sí, Sydney a veces lo pasaba un poco mal (es graciosisimo que sea más interesante el tiempo que se pasa en una celda sin luz, comida, ni nadie, que todo el tiempo que se pasa en el centro en sí...), pero al final la chavala sale como si nadie y resulta que puede hacer de todo a pesar de pasarse tres meses atrapada en un centro en el que la torturaban...
5) Los Alquimistas son de chiste. No sé, no los tomaba nada en serio
6) Al final, para mí, lo peor del libro es haber perdido la fe totalmente en Sydney y Adrian como pareja. Vale, sí, está claro que Sydney cree en el completamente y que es capaz de hacer cualquier cosa por él, pero, ¿y Adrian? Lo único que me ha demostrado este libro es que Adrian es adorable y un buen novio solo cuando las cosas van bien. A la mínima que hay un problema, vuelve a enfocarse solo en él y en su sufrimiento y deja de lado al (supuesto) amor de su vida como siempre. Lo siento, pero no voy a volver a creerme ninguna promesa de amor que haga él después de ver que no ha movido ni un dedo por Sydney.
Porque, sin contar lo poco que se centra en los sueños, no hace nada más... ¿Lissa le dice que no le ayudara? ¡No pasa nada! ¿Para qué ser insistente? Mejor aceptar UN único rechazo y olvidarse del tema. ¿Marcus tiene posible localizaciones? ¡No voy a ir a ninguno! Si hay que encontrar a Sydney, que busquen los otros... Mejor centrarse en lo triste que está y en beber alcohol, no vaya a ser que tenga que mover un dedo alguna vez en su vida...
7) Sydney, te quiero, pero no me creo que, después de soportar meses de tortura y paranoia, estés como una rosa. Vale, hace algún comentario que demuestra que no está del todo bien, pero quitando eso parece que no le haya pasado nadie. Richelle Mead, si vas a torturar a alguien, si quieres preocupar al lector, al menos aprende a escribir el trauma y el miedo que eso ocasiona de forma adecuada
Menos mal que solo queda un libro, porque vaya decepción me he llevado con este libro.
2/5
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