Al dejar la casa de su marido para volver a su horrible familia, Lady Maccon se convierte en el escándalo de la temporada en Londres.
La Reina Victoria la saca del Consejo de la Sombra, y la única persona que puede explicar algo, Lord Akeldama, deja la ciudad inesperadamente. Por si fuera poco, unas homicidas mariquitas mecánicas atacan a Alexia, indicando, como solo las mariquitas pueden, el hecho de que los vampiros de Londres están muy interesados en ver a Alexia completamente muerta.
Mientras Lord Maccon elige ponerse progresivamente más ebrio y el profesor Lyall intenta mantener a la manada de Woolsey desesperadamente junta, Alexia abandona Inglaterra por Italia en busca de los misteriosos Templarios. Solo ellos saben lo suficiente sobre los preternaturales como para explicarle su creciente e inconveniente condición, pero puede que ellos sean peores que los vampiros... Y están armados con pesto.