Nunca es tarde para morir

«Las Trompetas de Jericó tronaron desde el cielo anunciando la inminente llegada de la muerte».

Así arranca esta novela negra y de misterio, en la que cinco enigmáticos veteranos de sus respectivos servicios secretos conocen a una cautivadora adolescente, de mala vida y peor fortuna, que desatará una espiral de sorprendentes fatalidades y los arrastrará hacia un enemigo despiadado.

Una trepidante historia, de 608 páginas, en la que el ritmo no decae ni un solo instante. Cuenta, a la vez, con un elaborado argumento, que no arranca con un asesinato del que apenas queda por saber quién es el autor y cuándo será capturado y que busca sorprender al lector en cada capítulo. Ahora bien, aunque pueda parecerlo, no es una novela de espías, sino una obra perteneciente al género negro, cargada de intriga y crímenes.

Sé lo que estáis pensado: ¿608 páginas? Eso es mucho, ¿no? Tardaré la vida en leerlo...

Yo pensaba lo mismo.

Y me equivoqué.

La historia trata de un grupo de ancianos (muy majos ellos), todos ex-agentes de sus respectivos servicios secretos, que como cada año, hacen una quedada entre ellos para jugar al poker. Todo es como siempre, hasta que uno de ellos conoce a una preciosa chica que vive de la prostitución y está metida en problemas hasta el cuello.

Intrigados por la chica y su situación, deciden saber más de ella. Con ayuda de una policía que uno de ellos conoce desde siempre, empiezan a investigarla, para saber quién es y qué le pasa. 

Pero de repente, uno de ellos muere atropellado, por no mirar a los lados antes de cruzar.

Y luego muere otro.

Y como es normal, los otros empiezan a preocuparse. Ambos han muerto por muerte natural, así que no se tienen que preocupar de nada, ¿no? ¿O sí deberían preocuparse?

Y así empieza la historia. 

Para que os hagáis una idea de lo buena que es la trama, os voy a decir que yo, habiendo empezado mi primer año de Universidad y con lecturas de Derecho hasta el cuello, en mis ratos libres no hacía otra cosa que leer este libro (o ver series, pero esa ya es otra cuestión XD). Vamos, que la historia es como la droga, te engancha y no puedes dejarla hasta llegar al final.

El ritmo no decae en ningún momento, algo que me tenía preocupada teniendo en cuenta que el libro es bastante larguillo. Al final, te fulminas todo el libro sin darte cuenta.

Conocemos a los personajes lo suficiente como para encariñarlos, pero no tanto como para que pierdan parte de su misterio. Solo hay una cosa de los personajes que me molesta, y es la semi relación que hay entre Kayden, la chica de 18 años (creo que tiene 18 años, no me acuerdo bien... Pero una chavala, vamos) y Louis, un señor de 62 años. Entiendo que era necesaria para la historia, pero a mí se me hacía muy violenta. ¡Por Dios, podía ser su nieta! Siempre que los ancianos comentaban algo sobre la chica (algo de carácter sexual o algún comentario sobre lo mucho que los cautivaba), no podía evitar hacer una mueca. No sé, a mí personalmente me incomodaba mucho ver a un anciano detrás de una chica de mi edad (y viceversa, vamos).

Pero quitando eso, todo lo demás me ha encantado. No he podido dejar de leer y el final me ha gustado tanto como la historia en sí. Me ha gustado mucho ver cómo el escritor ha entrelazado todo lo que ha ido pasando, explicando así todos los pequeños detalles que no se resolvían durante la trama.

Vamos, que un libro muy pero que muy recomendable.

5/5

¿A vosotros os llama algo? ¿Habéis leído algún libro que tuviese una relación que os incomodase?

Leire