Taking chances

Harper, de dieciocho años de edad, ha crecido bajo la carrera de oro de Marine de su padre. Lista para vivir la vida a su manera y experimentar cosas que sólo ha escuchado de los miembros de la unidad de su padre; ella está en camino hacia la Universidad de San Diego.

Gracias a su nueva compañera de habitación, Harper se introduce en un mundo de fiestas, chicos hermosos, familia y emociones. Algunas cosas que ella no estaba esperando y otras que nunca supo que se estaba perdiendo.

Se encuentra dividida en dos mientras se enamora rápidamente de su novio Brandon y el hermano de su compañera de habitación, Chase. Cubiertos de tatuajes, conocidos por peleas clandestinas y ridículamente musculosos... ellos son exactamente de lo que siempre se le advirtió que permaneciera alejada, pero son justamente lo que necesita. A pesar de sus peligrosas miradas e historias, ambos adoran y harían cualquier cosa por Harper, incluso alejarse si eso significa que ella es feliz.

Su primer año lejos resulta ser casi perfecto, pero un fin de año de ceder a la pasión lo cambiara todo.

Cuando empecé este libro no sabía que esperarme, al principio parecía entretenido, y el triangulo amoroso tenía su gracia, pero este libro resultó ser horrible, tan malo que ni siquiera lo acabe.

Los tres personajes principales son idiotas. Bueno, Chase se salva, pero por poco.

Harper es una de las peores protagonista que he tenido la desgracia de conocer. Un minuto ama a uno de los chicos, el siguiente al otro, y así todo el rato. Encima, parece tener una rara obsesión con el matrimonio, ya que está todo el rato preguntándose si se casará con uno o con el otro. Personaje vomitivo, que alguien le de una ostia, que se lo merece, por inmadura.

Y los chicos. Brandon al principio me caía bien, alguien normal, aceptable, pero resulto ser tan idiota como Harper. Parece no ser capaz de darse cuenta de lo idiota que es su novia, y se me hacía increíblemente empalagoso y molesto. 

Por otro lado está Chase. Teniendo en cuenta que su rival era Brandon, no es de extrañar que estuviese de su lado, pero aparte, era un personaje interesante. En parte no me convence del todo, ya que Brandon y él parecen ser incapaces de hacer algo que no tenga que ver con Harper, pero es el único que le dice a Harper que debe elegir a un chico, que no puede jugar con ellos. Es el único personaje normal. Aplausos para él.

Y a mitad del libro ocurre una cosa, que no diré por respeto a los que piensan leer el libro, y Brandon y Harper se convierten en la pareja central. Entonces, con Chase fuera del juego y más aburrida que una pasa, decidí dejar el libro. Chase era lo único que conseguía mantenerme leyendo y luego simplemente... Adiós.

No sabéis lo malo que tiene que ser un libro y lo poco que me tiene que gustar para dejarlo sin acabar. No tenéis ni idea...

Leer o intentar leer este libro ha sido una de las peores decisiones que he hecho en mi vida como lectora...

1/5

Leire