Género: Novela, Fantasía
Días antes de salir de prisión, la mujer de Sombra, Laura, muere en un misterioso accidente de coche. Aturdido por el dolor, emprende el regreso a casa. En el avión, se encontrará con el enigmático señor Miércoles, que dice ser un refugiado de una guerra antigua, un dios y también el rey de América.
Juntos se embarcan en un viaje extraño a través de los Estados Unidos, mientras una tormenta de dimensiones épicas amenaza con desencadenarse.
Poco a poco descubriremos que Miércoles es una encarnación de Odín y que está reclutando viejos dioses, cuyos poderes han disminuido por el tiempo y la falta de creyentes, para participar en una guerra contra los nuevos dioses: aquellos que conforman la tecnología moderna.
A pesar de que Neil Gaiman sea bastante conocido como escritor, hasta American Gods no había leído nada suyo. Sabía que la serie Lucifer está basada en un personaje de su comic The Sandman y sé que es el autor de El libro del cementerio, pero nunca me habían llamado demasiado la atención sus obras. Pero gracias al ex-actor de Los 100 Ricky Whittle (Lincoln en la serie) descubrí que iban a hacer serie de este libro y decidí ver de qué iba.
¡Y qué sorpresa más agradable!
Hace tiempo que no leía un libro que me haya llegado tanto. No ha sido únicamente interesante y absorbente, también me hacía pensar en la vida y en lo que somos los humanos, y eso es algo que ningún libro conseguía desde hace tiempo.
Con American Gods nos adentramos, como bien explica el título, en la Norte América habitada por dioses de todas las religiones. Siendo el Norte de América un punto de encuentro de tantas culturas, la historia nos presenta un hoy en día lleno de dioses de todo tipo. Pero no solo tenemos a los dioses de toda la vida, también tenemos a un grupo de nuevos dioses, representación de las cosas que hoy en día se idolatran (la televisión, la mano invisible de la banca, la informática,...).
Pero, como no, si hay dioses, hay problemas. Esta vez el problema es una guerra inminente entre dioses viejos y dioses nuevos. En medio de esa guerra se encuentra nuestro personaje principal, Shadow, un hombre que se ha pasado tres años en la cárcel y que pierde a su mujer en un accidente de coche unos días antes de salir. Una vez en la calle, se encuentra sin familia y sin trabajo, así que decide aceptar el trabajo que Wednesday (que en español supongo que será Sr. Miércoles) le ofrece. Así, Shadow se convierte en el guardaespaldas y en el ayudante de este extraño hombre, que le hará viajar por todo Estados Unidos intentando convencer a los antiguos dioses para que peleen a su lado.
Para mí, sin duda, lo mejor del libro han sido los viajes que hacen para buscar a dioses de todas las mitologías. Tenemos dioses egipcios, hindús, centroafricanos, irlandeses, griegos,... Hay algunos que tendrán más importancia que otros, pero para mí todos han sido un puntazo y un elemento increíblemente interesante y novedoso de la trama. Aparte de conocer a los dioses en sí, vemos también como sobreviven en un mundo que ya no los idolatra como antes, ya que, a pesar de ser dioses, necesitan que la gente crea en ellos para ser poderosos. Al fin y al cabo, ¿qué poder tiene un dios que nadie venera?
Rompiendo un poco con la trama pero haciendo de pequeños prólogos, también tenemos capítulos que explican como van llegando estos nuevos dioses a Norte América de la mano de los inmigrantes y esclavos. Estos capítulos le dan un aire fresco a la historia, ya que te rompe la trama para despejarte un poco la cabeza, y sirven para enseñarnos en qué situación vivían los inmigrantes que iban viniendo en diferentes momentos de la historia del continente.
Los diálogos y las relaciones entre Shadow y los dioses y todas las cosas que le van pasando a Shadow en su viaje (y creedme, no son pocas), están escritas de tal forma que te hacen sentir que significan algo, que el autor intenta transmitirte algún tipo de enseñanza. En mi opinión, lo mejor del libro es la forma en la que el propio autor escribe. Hacía tiempo que no encontraba una narración que pareciera transmitir algo con cada pasaje. Y ya no solo metáforas, ideas o críticas. El mismo orden de las palabras te hace sentir como si estuvieses leyendo algún tipo de secreto escondido por milenios. No sé como explicarlo, hay que leerlo para entenderlo.
Eso sí, tengo que admitir que a veces se me hacía un poco abrumador, así que lo dejaba por unos días y lo volvía a retomar después de dos días o así. Aun así, totalmente recomendable, sin duda se ha convertido en uno de mis favoritos.
5/5
Claramente, voy a leer algo más del autor, ¿tenéis alguna recomendación?
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