Fusión

Género: Juvenil, Distópico

«Queremos que se nos devuelva a nuestro hijo.

Esta chica es la prueba de que podemos salvarlos a todos.

Si se niegan a escuchar nuestra petición, mataremos a nuestros rehenes. Uno por uno.»

Un puro es un ser perfecto, un ser al que no lo afectaron las detonaciones que arrasaron la tierra y que vive protegido en el paraíso de la Cúpula. Pero Perdiz escapó al mundo exterior, donde los miserables luchan por la supervivencia entre humo y ceniza.

Ahora, las órdenes del padre de Perdiz, quien quiere que su hijo vuelva a la Cúpula, están desencadenando oleadas de horrores para los miserables. Sin embargo, Perdiz tiene amigos. Un pequeño grupo unido contra el poder de la Cúpula: Lyda, la guerrera; Bradwell, el revolucionario; Il Capitano, guardia; y Pressia, la joven que está ligada a él de una manera que ninguno de los dos hubiera podido imaginar. Juntos serían capaces de salvar millones de vidas inocentes.

Después de la sorpresa que fue Puro, tenía unas ganas locas de leer la segunda parte. Así que, en cuanto tuve el libro físico en mis manos, me puse manos a la obra.

La historia de este segundo libro empieza más o menos donde lo dejó el primer libro. El grupo de protagonistas está dividido en dos: Por un lado están Il Capitano, Bradwell y Pressia, que están controlando el campamento; y por el otro Lyda y Perdiz, que están en manos de las madres. Cada grupo está intentando encontrar la forma de acabar con el padre de Perdiz, pero sus planes se tuercen cuando aparece una niña "pura", que antes solía ser una deformada de fuera de la cúpula. Está niña tiene un mensaje para la gente de fuera de la cúpula: "Queremos que se nos devuelva a nuestro hijo. Esta chica es la prueba de que podemos salvarlos a todos. Si se niegan a escuchar nuestra petición, mataremos a nuestros rehenes. Uno por uno". La cúpula empieza a soltar arañas explosivas que van matando a cualquiera que vean.

Apresurados por la aparición de la niña, los protagonistas se dan cuenta de que si van a hacer algo para acabar con la Cúpula, tiene que ser ahora: Perdiz traza un plan para entrar dentro de la Cúpula y derrotar a su padre desde dentro; y Pressia y los dos chicos empiezan una búsqueda gracias a la caja robot que encontraron en el primer libro, para buscar a más integrantes del grupo de los 7.

"No pienso como Il Capitano, que quiere derrocar a la Cúpula. Ni pienso como Perdiz, que quiere vengarse de su padre. Yo lo único que quiero es que todo el mundo sepa la verdad."

No sé si es porque este mundo lleno de aberraciones ya lo conozco o porque tampoco pasa nada que pueda calificarse como gran sorpresa, pero este libro se me ha hecho un poco más aburrido que el primero. Ambos grupos tienen su propio plan, pero se pasan todo el libro trazándolo, y al final lo llevan a cabo en los últimos capítulos; esta lentitud, sumada a algunas cosas que hace los personajes (que explicaré a continuación), dan un poco de sensación de deja vú y de lentitud.

Los personajes siguen siendo tan interesantes y variados como siempre, y algunos dan alguna sorpresilla: Perdiz es tal vez el que menos cambio demuestra, al igual que Bradwell. Ambos siguen siendo fieros protectores de sus seres queridos, y evolucionan un poco también, pero en general siguen siendo los mismos. Perdiz es sin duda alguna el personaje principal que menos me importa, ya que no llego a conectar con él. Con Bradwell en cambio, si he conectado, a pesar de que es el único personaje que no tiene su propio POV, algo que no entiendo del todo.

Pressia también sigue siendo la misma chica valiente que sigue buscando su lugar en el mundo, pero en este libro ha habido una cosa de ella que no me ha gustado: Se supone que en el primer libro quedó claro que Pressia y Bradwell se gustaban, pero en este libro vuelven a pasar 3/4 del libro sin estar juntos y comportándose como si nada del primer libro no hubiese pasado, algo que para mí no tiene ningún sentido.

Los que más cambian, sin lugar a dudas, son Lyda e Il Capitano y su hermano. Lyda deja de ser la chica de la Cúpula enamorada de Perdiz que era, y de la mano de las madres, se vuelve otra salvaje que disfruta estando fuera de la Cúpula, que por primera vez en su vida se siente libre. E Il Capitano y su hermano también nos dan alguna que otra sorpresa. Descubrimos que Helmund es más inteligente y capaz de lo que parece y aparecen por primera vez los sentimientos de Il Capitano por Pressia (algo que me ha dejado descolocadísima, porque no sé porque me lo imaginaba como un hombre adulto, pero al parecer tiene 19 años y yo sigo descolocada).

La trama es lo suficientemente interesantes como para querer saber qué ha pasado, pero en general este libro me ha parecido una transición del primer al tercer libro, más que un libro en sí mismo. A ver si el tercero vuelve a atraparme tanto como el primero.

3,5/5

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